más de 2200 efectivos de las fuerzas federales renunciaron en seis meses por los bajos salarios y la mala obra social

más de 2200 efectivos de las fuerzas federales renunciaron en seis meses por los bajos salarios y la mala obra social


Mientras Patricia Bullrich destina presupuesto a la creación de una escuela de agentes encubiertos y la figura de «reveladores digitales», la realidad de las fuerzas federales parece tener un costado dramático del que la ministra prefiere no hablar.

«Durante los primeros seis meses de 2025 (enero a junio), se registraron más de 2.200 bajas voluntarias en las fuerzas armadas y de seguridad federales de Argentina. Desde el Senado de la Nación se avanza en una subcomisión para investigar problemas salariales y de cobertura médica de los efectivos activos y retirados, que genera descontento entre las filas. Así lo afirmó el senador misionero Enrique Goerling quien preside la comisión bicameral de Fiscalización y Seguimiento de los Organismos de Seguridad Interior. Estas bajas se distribuyen de la siguiente manera:

  • Ejército Argentino: 257 bajas
  • Armada Argentina: 234 bajas
  • Fuerza Aérea: 193 bajas
  • Gendarmería Nacional: 386 bajas
  • Prefectura Naval: 322 bajas
  • Policía Federal Argentina: 412 bajas
  • Policía de Seguridad Aeroportuaria: 177 bajas
  • Servicio Penitenciario Federal: 292 bajas

Las razones principales citadas para estas bajas son los bajos salarios y las fallas en la atención médica de Iosfa (Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad), la obra social que nuclea a aproximadamente 600.000 personas entre personal activo y retirado. También se mencionan problemas en los prestadores de salud en las provincias, afectando a la Policía Federal y el Servicio Penitenciario Federal.  Las dificultades incluyen corte temporal de atención, estudios o descuentos en farmacia, atrasos en los pagos a médicos o instituciones médicas. La situación genera mucho enojo en el personal que aporta de su sueldo sumas que van desde los 100.000 hasta los 300.000 pesos mensuales o más.

¿Un suicidio por falta de atención médica?

También se registró caso de suicidio de un suboficial de la Policía Federal en el Hospital Churruca en julio de 2025, aunque no se proporcionaron cifras generales de fallecimientos en las fuerzas federales para el año 2025. Con respecto al suicidio, el sitio Data Clave publicó que se trató del suboficial escribiente Alejandro Tijerina, a quien todos conocían como Mustafá, un hombre que en los noventa había integrado la custodia presidencial y oficiaba como chofer del secretario privado de Carlos Menem, el riojano Ramón Hernández. Luego también prestó servicios como guardaespaldas de algunos integrantes de la familia Fortabat.

El medio “Frecuencia Azul”, una radio web integrada por personal policial retirado que dedica su espacio a la difusión de su propio contenido, fue quien dio a conocer la noticia. Allí contaron que el suboficial Tijerina estaba gravemente enfermo y que el estado crítico del Hospital Churruca, donde debía atenderse y no lo dejaron hacerlo, fue el desencadenante de la decisión.

“Fue el resultado de un sistema que enferma, abandona y descarta a sus servidores públicos. Muchos camaradas se sienten solos, hay desatención médica, burocracia sin alma, derivaciones tardías, abandono psicológico», se sostuvo en ese medio.

Interviene el Senado

El senador misionero Enrique Goerling quien preside la comisión bicameral de Fiscalización y Seguimiento de los Organismos de Seguridad Interior adelantó que la comisión bicameral trabaja en la creación de una subcomisión específica para abordar no solo el funcionamiento de la obra social sino también los reclamos salariales y de condiciones laborales que afectan a los miembros de las fuerzas. “Todavía no hicimos un pedido de informes formal, pero estamos trabajando en eso. Queremos tener una mirada más precisa, porque hay malestar y se refleja en todas las provincias”.

Se planea utilizar la comisión como un “observatorio de las policías provinciales”, con el objetivo de canalizar denuncias por abusos o conflictos internos, y actuar como instancia de mediación antes de que se escalen los problemas. “Muchas veces, si no hay un espacio institucional para tratar estas cuestiones, el conflicto está asegurado”, explicó.



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